Resultados de investigaciones de los grabados rupestres de La Palma

Maestro precursor de la cartografía El Lomo de La Fajana

Largos años de investigaciones en la isla canaria de La Palma han dado sus frutos.
La investigadora alemana Bárbara Kupka ha logrado, al parecer, interpretar la conocida estación de grabados rupestres El Lomo de la Fajana como lo que sería un enorme mapa. Basándose principalmente en detalles destacados de la representación gráfica, pudieron establecerse concordancias entre los símbolos y derterminados lugares de la región. Por otra parte, existen testimonios de carácter científico, histórico y literario de fuentes antiguas y más recientes que corroboran las conclusiones. En consecuencia, este fascinante patrimonio cultural sería prueba de un trabajo intelectual único y apenas superable para aquellos tiempos, así como de la forma de expresión de un investigador indígena.

Petroglifos de la estación rupestre de La Fajana I. Las líneas negras representan roturas y grietas en la roca.

La estación rupestre de La Fajana abre nuevas perspectivas

Esta estación de grabados rupestres está constituida por un paredón de roca basáltica de más decinco metros de largo y tres de alto con unos veinte grabados excepcionales y diversos, realizados con gran perfección. Este paredón rocoso ornamentado con petroglifos dignos de especial protección se eleva al pie de la Montaña de la Hiedra, en el municipio de El Paso,cerca de una importante vía de comunicación de los indígenas que atraviesa los montes aproximadamente por el centro de la isla. Este territorio céntrico fue, además, una de las principales zonas de asentamiento del antiguo cantón de Aridane.
En el artículo ahora publicado en academia.edu titulado Unos grabados rupestres de La Palma forman un enorme y detallado mapa se explican a modo de ejemplo los símbolos centrales más destacados del yacimiento y la relación espacial entre los mismos. Entre ellos se encuentra el único signo tallado de forma que sobresale de la superficie rocosa, así como de dos expresivas e inusuales formas solares grabadas en la roca y de un llamativo motivo arqueado.
Como parece, el cartógrafo prehistórico contaba con excelentes dotes para representar
de forma reconocible los cerca de veinte elementos paisajísticos grandes y pequeños con
todas las características que entonces se consideraban importantes. Cada rasgo distintivo aumenta la probabilidad de que el mapa rupestre sea identificado como tal.

Resultados que justifican una interpretación como mapa

Resulta sorprendente que en realidad basten fotos para justificar las interpretaciones de estos petroglifos. Solo a simple vista pueden identificarse a menudo claras semejanzas entre los grabados y ciertos detalles característicos de formaciones del relieve así como estructuras artifi-ciales. Si, además, observamos la distribución de estos símbolos y proyectamos sus posiciones sobre un mapa actual, veremos corroborada la hipótesis de que la estación de grabados rupestres de La Fajana ha de interpretarse como obra cartográfica.

Factores destacables que favorecen la teoría cartográfica:

  • El interpretado como símbolo de montaña aparece caracterizado repetidamente por un pequeño círculo central rodeado de segmentos específicos, delimitados a su vez por una línea exterior más o menos circular.
  • Para simbolizar distintas formas de captación y aprovechamiento de agua, se utilizaron, al parecer, variantes de la espiral, así como meandriformes y circuliformes y sus combina-ciones. Las más importantes de estas instalaciones hídricas aborígenes supuestamente aún fueron utilizadas o ampliadas en épocas posteriores a la conquista, aproximadamente a partir del año 1490. Si las novedosas interpretaciones de estos símbolos específicos fueran acertadas y en las respectivas regiones aún se encontrarán pruebas de este aprovechamiento de agua, también esto contribuiría a confirmar la hipótesis del mapa. El autor de esta obra maestra cartográfica parece haber definido previamente determinados elementos básicos, puesto que aparentemente utiliza repetidas veces formas modificadas de los símbolos de montaña y de agua.
  • El único signo esculpido, es decir, prominente con respecto a la superficie de la roca, representa con toda probabilidad el principal santuario de los antiguos pobladores de la isla. Se trata de un impresionante monolito que se eleva sobre una estrecha cresta montañosa en el interior del mayor cráter volcánico de la isla: el Roque de Idafe. Los indígenas llevaban a este lugar de culto las vísceras de los animales sacrificados. Al depositar las ofrendas, pedían a Idafe que no se cayera con una rogativa transmitida hasta nuestros días en lengua indígena.
  • Todos los símbolos de esta estación de grabados rupestres se han asociado con elementos concretos de la región como montañas, hondonadas, promontorios rocosos, zonas de asentamiento y pastoreo, manantiales, etc.
  • La distribución de los petroglifos en el frente principal del paredón rocoso parece tener como punto de referencia la única montaña aislada de la isla, cuyo pico a menudo sobresale las nubes.
  • A pesar de que para la separación entre los distintos signos no se aplicó una escala uniforme, la distribución de los símbolos concuerda aproximadamente con la situación geo-gráfica de los elementos paisajísticos identificados. El tamaño de los grabados generalmente aparece o sobredimensionado o subdimensionado en relación con las formas paisajísticas interpre-tadas, pero cabe suponer que no se pretendiera demostrar de esta forma su valor o importancia, sino que los artistas simplemente necesitarían una superficie lo suficientemente amplia para grabar en la roca las características más importantes del elemento corres-pondiente. Algo ciertamente lógico, especialmente en el caso de los petroglifos soliformes.
  • Las grietas existentes en la roca obviamente se utilizan para destacar límites o distancias geográficas entre los elementos representados. Por tanto, cabe suponer que primero se pintaban los dibujos cartográficos rupestres sobre las superficies intactas del paredón basáltico hasta que estas superficies quedaran aprovechadas de forma óptima. A continuación, los dibujos podrían haber sido grabados como glifos utilizando técnicas de incisión, picado, abrasado o raspado.
  • En general, parece tratarse de zonas relevantes de un territorio de unos 90 kilómetros cuadrados de extensión que en esos tiempos y especialmente para una tribu indígena debían tener una importancia esencial por diversos motivos.
  • En el total de las pruebas figuran los numerosos testimonios escritos de los tiempos de la conquista de la isla, así como los resultados de estudios e investigaciones más recientes.

Para dibujar un mapa tan bien meditado, indudablement se necesitaba una muy buena capacidad de observación y de plasmación creativa. A esto se añade que la ejecución de los dibujos, si debían ser grabados en la piedra, requería ciertas habilidades manuales en el manejo de herramientas de piedra muy rudimentarias, así como mucho tiempo y paciencia.

Las congruencias entre el posible mapa dibujado desde la imaginación y las formaciones del relieve, de percepción real y comprobable, demuestran que obviamente ya existían formidables cartógrafos y artistas entre los indígenas de La Palma.

Formas primarias de símbolos cartográficos

Los símbolos de la estación de grabados rupestres de La Fajana fueron grabados sobre un paredón basáltico vertical, liso y de gran tamaño, relativamente escaso, por lo que puede suponerse que en su conjunto albergan un mensaje especialmente importante. Por tanto, cabe excluir también por su meticulosa ejecución que se trata de «garabatos» irrelevantes. Asimismo, tampoco parece tratarse de caracteres gráficos, pues ninguno de los motivos se repite y su distribución es aparentemente aleatoria. En cambio, un mapa en el que cada región aparece representada por medio de una o varias características muy específicas sería muy plausible. Los resultados apuntan a que en este caso con toda probabilidad efectivamente se reprodujeron características topográficas. Para determinados símbolos incluso se emplearon rasgos distintivos o elementos básicos respectivamente con variaciones y complementos.
Por estas razones cabe concluir que un investigador prehistórico tuvo que haberse dedicado exhaustivamente al tema, puesto que, al parecer, también se crearon formas básicas específi-cas para representar salientes triangulares o collados. Además, en otras regiones supuesta-mente también se realizaron grabados rupestres de observaciones geográficas. En virtud de su ejecución y lenguaje de formas, algunos pueden haber sido realizados en otros tiempos.

Comentarios finales

Las interpretaciones de los petroglifos de La Fajana ofrecen múltiples puntos de orientación para explorar la región con más detalle. Algunos resultados también permiten extrapolarse a otros yacimientos de La Palma y posiblemente incluso a otras islas y a territorios en otros países. Sirva de ejemplo que, con los conocimientos adquiridos, la autora logró descubrir inesperada-mente y en tan solo un corto instante semejanzas entre un llamativo petroglifo meandriforme y el pequeño llano de El Lomito en el municipio de Garafía (La Palma). En la exploración realizada a continuación, se confirmó su suposición y pudo interpretar como elemento paisajístico otro incomparable grabado rupestre más.

Finalmente se plantea la cuestión de si solamente personas instruidas conocían el significado de los grabados, por ejemplo, para alcanzar ciertas ventajas estratégicas o para identificar yacimientos de materias primas importantes o productos alimenticios escasos, etc. o, por el contrario, si todos los miembros de la tribu eran conocedores del lenguaje de símbolos del mapa, a fin de contar con una ayuda gráfica orientativa común a todos, dada la extremada-mente compleja topografía de La Palma.


La interpretación completa se encuentra publicada en el libro titulado La Palma fue también la isla de los cartógrafos. Interpretación de los grabados rupestres del Lomo de La Fajana (El Paso) y del Caboco de Belmaco (Villa de Mazo), así como en una versión alemana correspondiente.

Véase también: Petroglifo de La Zarcita simboliza una determinada loma